Para saber que hacer con nuestras debilidades, y empezar a descubrirlas debemos pensar en las labores que nos agotan física y mentalmente. Aquellas actividades que no toleramos, que se nos hacen “de nunca acabar”, y por lo general, nos generan frustración una vez terminadas. Es decir, todo aquello que nos debilita.
Una pregunta que puede ayudar a descubrir nuestras debilidades es:
¿Qué nos da miedo?
Cada quien se enfrenta día a día con retos y situaciones que deben ser afrontadas y superadas de manera singular en base a nuestras características personales.
Si no tenemos claro en que no somos buenos, y tampoco hemos reparado en nuestras fortalezas, es casi seguro que estaremos en medio de actividades y tareas que no apunten a metas, y en las que no estemos explotando todo nuestro potencial. De esta manera, solo habrá algo seguro: estaremos perdiendo muchísimas oportunidades.
Sabemos que es imposible desechar de la noche a la mañana nuestras debilidades, pues lo normal es que estas sean actitudes afianzadas durante toda la vida.
¿Cómo podemos identificar las fortalezas y debilidades que tenemos?
Identificar nuestras debilidades no es una tarea sencilla; más aún, cuando tenemos que hacerlo en base a expectativas de otras personas -sea en lo laboral o personal-. Hacer o no hacer lo que otros esperan, normalmente lleva a que no nos comprendamos plenamente.
Así, otra forma de dar con nuestras debilidades (y fortalezas), es poner mucha atención a nuestras reacciones ante situaciones nuevas, inesperadas, difíciles o extremas; aquellas en las que tengamos que tomar decisiones de inmediato y sin contar con mucha información para hacerlo. Las reacciones espontáneas suelen revelar mucho acerca de una persona.
¿Qué es una fortaleza?
Una fortaleza es cualquier cualidad o atributo en lo que destacamos. Son casi innumerables todos esos atributos y debilidades, y es una gran dificultad primeramente saber cuáles poseemos y en segundo lugar cultivar los primeros y suprimir los últimos.
¿Y las debilidades personales?
Pues son, precisamente todo lo contrario a las fortalezas.
son todas aquellas cosas que no controlamos especialmente, aquellas habilidades o actitudes que se nos escapan o que directamente, se nos dan fatal hacer.
¿Por qué es importante conocer a la perfección tus fortalezas y debilidades?
*Para dar lo mejor de ti en todo momento (en tu profesión, en tu familia, en tus relaciones…)
*Para conseguir superar mejor los obstáculos (aumentar tu seguridad y afrontar las dificultades)
*Para reconocer los momentos en los que necesites ayuda (delegar esas cosas que se nos resisten a quienes controlan la materia)
*Para trabajar en equipo (unidos, siempre se consiguen mejores resultados y se avanza más rápido)
*Para mejorar nuestro interior (cuando nos interesamos por conocernos, estamos contribuyendo a nuestro desarrollo personal, y nuestra autoestima aumenta)
Una vez que hemos identificado nuestras debilidades, es necesario que las aceptemos.
¡TODOS! Absolutamente TODOS tenemos fortalezas y debilidades… y tú eres parte de ese todo.
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