-No juzgues, ni condenes, puesto que no sabes por qué ocurren las cosas, ni con qué fin.
-Céntrate ahora y siempre en Ti mismo. Preocúpate de observar lo que tú eres, haces, y tienes en un momento dado, y no cómo les va a los demás.
-La opción más elevada es la que te produce el mayor bien a ti mismo.
-Nada es doloroso en y por si mismo. El dolor es el resultado de un pensamiento equivocado. Es un error en el pensar.
El dolor resulta de un juicio que te has formado sobre algo. Elimina el juicio, y el dolor desaparecerá.
-No juzgues, pues, el camino kármico que recorre otra persona. No envidies su éxito, no compadezcas su fracaso, puesto que no sabes qué es éxito y qué fracaso en los cálculos del alma. Sin embargo, aunque no juzgues, mantén siempre tu propio criterio y deja que los demás sigan el suyo.
-Recuerda ser extremadamente crítico respecto a lo que llamáis “correcto” o “equivocado”.Algo resulta correcto o equivocado sólo porque decís que lo es. No es intrínsecamente correcto o equivocado.
-Atraéis sobre vosotros aquello que teméis. Aquello que más temas es lo que experimentarás.
Aquello a lo que te resistas, persistirá; aquello que no mires, desaparecerá.
-Neale Donald Walsch
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