“Lo que tanto buscas está dentro de ti” lo había escuchado infinitas veces…pero aún no lo entendía, lo sentía, sabía que era así, pero…
¿Cómo lograrlo?
Nunca aparecía esa paz, esa dicha que tanto anhelaba. Después de tantos años de buscar, viajar, leer, estudiar; me doy cuenta que en tanta búsqueda lo único que hacía era seguir distrayéndome.
Buscamos la pareja, cuando la tenemos queremos la casa, la conseguimos y falta el trabajo, los hijos, luego el viaje, los amigos, la mudanza….y comenzamos de nuevo, ahora esta pareja no me basta entonces buscamos nuevamente…y así la rueda no termina más. Buscamos al gurú mágico, la alimentación que nos lleve a la elevación…o al lugar donde este el silencio, y se nos pasa la vida.
¿Cómo decirle a la mente que lo que llevamos una vida buscando está en nosotros?
Siempre estuvo a nuestro lado, dormía con nosotros, viajaba en nuestras búsquedas, solo que no lo podíamos ver porque estábamos tan distraídos, tan entretenidos.
La paz la podemos encontrar en el silencio de casa, en una puesta de sol, o contemplando un pájaro. No es necesario ni viajar a la India, ni al Tíbet…aquí mismo tenemos todo. Ya somos paz, y en esta rueda interminable lo único que hacemos es volver a perdernos. Solo haciendo silencio llegamos a nuestro interior, y es allí donde se produce la aceptación, la rendición.
Aceptar las cosas tal cual son….rendirnos a lo que somos y dejar de buscar afuera y comenzar a disfrutar de lo que somos…almas viviendo temporariamente una experiencia humana…
Somos alma por sobre todas las cosas. Hay una energía infinita que anima este cuerpo, del cual estamos tan identificado y creemos que somos solamente eso...un cuerpo, un nombre, una profesión, lo que tenemos…y somos miles y miles de veces más que todo eso. Este cuerpo cambia….nuestros deseos cambian, nuestra mente cambia y hay algo que permanece ahí, atemporal y eterno. Si nos referenciamos en nuestra luz nuestra perspectiva de vida se transforma, comenzamos a disfrutar desde otro lugar, a aceptar todo lo que viene porque sabemos que todo es perfecto tal cual es, que hemos elegido venir a este maravilloso mundo para divertirnos, para jugar, para ser felices y no para meternos en el círculo del “tener”, que no salimos jamás…
Solamente algunos, y son cada vez más, deciden mirarse al espejo y dejarse despojar de todo lo que los mantuvo entretenido durante la vida, mirarse tal cual son y ahí se produce el milagro. Lo podemos realizar cada uno, no existe gurú, ni mago…el mago somos nosotros, al dejar de taparnos con tanto afuera, debemos comprendernos, perdonarnos, aceptarnos y amarnos.
Todo lo que buscamos, absolutamente todo está adentro de uno, nosotros elegimos si queremos darnos cuenta de esto ahora o más adelante, pero todos estamos destinados a ese encuentro. Si decidimos reencontrarnos ahora comenzamos a disfrutar la vida desde otro lugar…dejamos de jugar el juego de otro y armamos nuestro propio juego donde la premisa principal es divertirnos, sonreír, vivir en paz y salud…
Tenemos que aquietar la mente, silenciar nuestros pensamientos y desde ese lugar llegaremos a la paz tan ansiada, al reencuentro con nuestra verdadera esencia.
Prof. y Terapeuta Floral Carla M. Gammariello
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