Los limones de la vida...
A veces la vida te da limones… y con ellos tienes dos opciones: o poner cara de amargado, o en cambio, hacerte una limonada…”
Yo, opto por lo segundo.
La vida, a veces, te da sorpresas, y no todas son agradables. No siempre en nuestra persepción sobre lo que vivimos o nos rodea vemos lo hermoso, lo perfecto y alegre. No siempre caminamos en un camino lleno de rosas, llano, recto, sin pedruscos…
Muchas veces no son dulces naranjas lo que nos encontramos, sino limones ácidos…
pero siempre tenemos la opción de ponerle azúcar… a todo…
La vida no es tan amarga como parece, o como queremos pintarla. Cerca de nuestra mano, a nuestro alcance, están los terrones… listos para endulzar cada instante de nuestras vidas.
La cuestión es que muchas veces, no los vemos, no los cogemos o no queremos echarlos porque preferimos seguir siendo mártires del mundo...
Cada momento amargo de tu vida, exprímelo, tal cual limón para preparar una limonada, sácale el mayor jugo y aprovéchalo como puedas… de todo se puede sacar lo bueno… absolutamente de TODO
Quizás no sea fácil o no se haga de un día para otro, hay que aprender a exprimir los limones, nadie nace aprendido…
pero es cuestión de tiempo y voluntad saber endulzar cada momento…
Lo más importante es tu voluntad para hacerlo, tus ganas de cambiar y crecer.
Cuando exprimas cada instante y le eches los terrones que creas conveniente… bébelo con gusto, con ganas, con una gran sonrisa… sabiendo que la próxima vez que vuelvas a encontrarte un limón en tu camino, ya tienes las herramientas para disfrutar de una rica limonada.
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