El principio del amor
Cuando el amor está combinado con la fe, crea una base fuerte para la iniciativa y la acción. El amor es el catalizador para el cambio, el desarrollo y los logros. El amor no es sólo un deseo, una pasión, un sentimiento intenso hacia una persona u objeto, sino una conciencia que es a la vez desinteresada y satisface el propio ser.
El amor emana de la verdad, y de la sabiduría. El amor basado en la sabiduría es amor real, no es un amor a ciegas.
Descubrir los secretos del amor es observar cómo se revelan los secretos de la vida.
La base del amor real entre las personas es espiritual. Ver al otro como un ser espiritual, como un alma, es ver su realidad. Ser consciente de esa realidad es tener amor espiritual: cada persona internamente completa, autónoma, pero al mismo tiempo totalmente conectada con los demás, reconoce ese estado en el otro.Como consecuencia, hay amor constante y natural.
El amor verdadero se da cuando el alma tiene amor hacia el alma. El amor por el alma es eterno, ya que el alma nunca muere. Tal amor es virtuoso y proporciona alegría. El apego a lo perecedero es erróneo y causa sufrimiento.
Cuando prevalece el amor espiritual, es imposible que haya enemistad, odio, ira o celos. Los sentimientos negativos se transforman en positivos gracias a la serenidad del amor. En el amor espiritual hay armonía, ya que el amor elimina las tendencias a controlar o a ser dependiente, y asegura la bondad, el cuidado y la comprensión amistosa.
Amor espiritual significa no fijarse en las debilidades de los demás, sino interesarse en eliminar los propios defectos.
El método para hacer eso es revisarse internamente con regularidad para verificar hasta qué punto se ha adoptado el hábito natural de hacer felices a los demás, en vez de hacerles sufrir. Sin embargo, el amor verdadero del corazón también significa que uno no puede soportar el ver las debilidades de aquellos a quienes ama. Hay un deseo puro de corregir lo que no nos parece adecuado. Tal corrección se llevará a cabo, por un lado, con los sentimientos de amor y, por otro, con el poder de las palabras. Debe haber un equilibrio entre los dos. Cuando las palabras son demasiado fuertes o excesivas, el resultado no es satisfactorio. Si las palabras son muy hirientes, el otro puede sentirse insultado o humillado por el autoritarismo. Cuando se consigue el equilibrio correcto entre amor y poder en las palabras se da a los demás la experiencia de compasión, misericordia y beneficio.
No importa cuán poderoso o amargo sea el mensaje, conmoverá el corazón del otro y se experimentará su veracidad.
Los seres humanos se han quedado atrapados en un modelo de comportamiento que ha distorsionado el valor del amor y la capacidad de confiar mutuamente en los sentimientos e intenciones. En un momento dado hay amor y en el siguiente, ese amor se rompe, produciendo un dolor y pesar inmenso. Es como si el intelecto humano hubiera perdido la conexión con la única fuente eterna de amor y se apoyara en los recursos temporales. Como consecuencia, en lugar de poseer una sola fortaleza y un sólo apoyo de la fuente incondicional, las almas humanas permanecen sedientas de amor verdadero, y lo anhelan aunque sólo sea una gota.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud de amor y acciones llenas de amor.
El amor espiritual es fundamental para crear un mundo mejor, un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona mejor, la naturaleza es amorosa de forma natural.
El amor es la base para el principio de ecuanimidad entre el espíritu y la persona.
Cuando el fuego del amor espiritual se enciende, las personas comienzan a ejercer el poder de la voluntad para liberarse de la esclavitud de las gratificaciones momentáneas. Se invierte tiempo y se hacen esfuerzos para edificar un estado interno en el que el amor se revele en el rostro y en cada actividad.
Responsabilidad, libertad y amor
La responsabilidad es la capacidad de responder ante las consecuencias de nuestras acciones. Y no hay acción humana sin efectos, no hay acción que no modifique nuestro entorno, nuestro vínculo, a nosotros o al otro. Cuando no nos hacemos cargo de esto y las consecuencias de una acción lastiman, buscaremos un culpable. Esto erosiona nuestras relaciones. Cuando la responsabilidad es puesta sobre la mesa de nuestros vínculos, con ella viene la libertad y la capacidad de elegir. Cuando respondo por mí, ya no necesito culpables. Elijo mi vida y cómo vivirla, elegir me hace libre.
Una relación crece, madura y se transforma en la medida en que la responsabilidad es parte esencial de su construcción, cuando se convierte en la savia que la recorre y alimenta.
Responsabilidad, libertad y amor están indisolublemente hermanados.
El amor espiritual, el que es consciente y se concreta en obras adecuadas, sólo es posible sin ego. Seguir los deseos del ego provoca todos los problemas que las personas tienen entre sí. Al seguir los dictados del ego les es imposible sentir algo bueno por nadie y, si una persona ama de verdad, desde luego destaca como alguien especial. Esta situación es triste y absurda, porque el amor hace feliz a quien ama. Sin embargo, la mayoría carece de verdadero amor. Podemos encontrar muy poca felicidad en la Tierra, sin embargo, el sentimiento de amor en el corazón es la fuente de la alegría, porque no deja espacio para el ego y lo disuelve. Cualquier persona que esté centrada únicamente en su ego será infeliz, porque con la complacencia del ego se aleja de la felicidad. Pero si dirigimos nuestra atención a la absoluta insatisfacción a la que está sujeta la mayoría de los seres humanos, no sólo podemos ver su universalidad, sino también que el propio sufrimiento carece realmente de significado y que el dolor forma parte de la propia existencia. Entonces surge el amor y la compasión por uno mismo y por todos los seres, y la determinación de vivir espiritualmente.
El amor es el principio que crea y sustenta las relaciones humanas con dignidad y profundidad. El amor espiritual nos lleva al silencio, y éste tiene el poder de unir, guiar y liberar a las personas.
ConversionConversion EmoticonEmoticon