VOY CONSCIENTE

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Olvidar el resentimiento



El resentimiento construye una coraza en nuestro corazón que lo hace impermeable a las emociones positivas. Ponernos en el lugar del otro, nos conducirá de manera automática al perdón. Nos liberará de sentimientos que nos paralizan y nos abrirá a relaciones auténticas.
No obstante, tanto el dolor como el enojo nos inducen en un primer momento a hacer pagar a los demás por las ofensas recibidas. Sin embargo, esto sólo abre más nuestra herida y nos envenena el alma.
¿Cómo olvidar el resentimiento?
1. El primer paso para poder hacerlo, es tomar conciencia.
Una excelente forma de empezar, es escribir un diario de nuestras emociones y sentimientos, ya que con la práctica de escribir, nos podremos percatar si dentro de nosotros hay un rincón cargado de rencor hacia algo o hacia alguien. 
Darse cuenta, es el primer paso hacia la libertad.
2. Mantén un diálogo imaginario. 
Siéntate frente a una silla vacía y coloca en ella, imaginariamente, a la persona que te causa cierto resentimiento, odio, rencor, enojo o envidia no resueltos. Exprésale toda tu carga emocional. Libérate.
Después, siéntate tú en la silla vacía e imagina que eres la otra persona. Responde a lo que has escuchado. Esta práctica te permitirá liberarte de este peso emocional de tal manera, que podrás comprender muchas cosas.
3. Descarga tu agresividad. 
Golpear un cojín te ayudará a canalizar toda la agresividad que hayas acumulado contra alguien. Permítete sacar toda la rabia, el odio y el resentimiento. Sólo así, podrás liberarte. 
Repite el ejercicio las veces que sea necesario hasta que puedas desahogarte desde lo más profundo de tu corazón. Te sentirás más aliviado.
4. Deja que tu inconsciente hable.
Piensa en la persona con la cual estás enfadado. Toma un bolígrafo y tu libreta, y comienza a escribir todo lo que se te ocurra. Deja que sea tu inconsciente el que se exprese. No censures nada de lo que vayas escribiendo, ya que ésta, es una “carta basura”. Todo, lo bueno, lo extraño y lo malo, caben en ella.
5. Habla con el corazón. 
Una vez que hayas expulsado toda la rabia y te sientas liberado, conecta con tu corazón y escríbele a esta persona agradeciéndole todo lo que creas que ha aportado a la relación. Si ahora eres capaz de encontrar cosas positivas, sabrás que habrás hecho bien tu “carta basura.”Si no es así, vuelve a empezar.
6. Cambia de prisma. 
Dejemos de mirar nuestro ombligo continuamente, y conectemos con la compasión. Todos cargamos con nuestro costalito lleno de golpes y heridas. A veces, actuamos como podemos y sin querer, hacemos daño. Una vez que sueltes el dolor, verás cómo el amor no tarda en llegar a tu vida.
7. Afirma el perdón. 
Escribe 20 veces al día durante un mes (es un ejemplo a seguir, tu puedes escribir las veces que lo desees y el tiempo que tu prefieras), “Yo te perdono a ti, (el nombre de la persona con la cual tienes el conflicto), por lo que me has hecho: (escribe lo que salga, sin reprimirlo). Este ejercicio aportará luz a lo que sientes y te ayudará a liberarte del dolor que siempre está escondido detrás del rencor. Las afirmaciones actúan tanto a nivel consciente como subconsciente, posibilitando así, el perdón genuino.
Al perdonar de corazón, realizamos un milagro del que difícilmente alguien se percata. Lo hacemos en soledad. Realizamos el milagro en la intimidad de nuestro interior. Lo hacemos en silencio, y libremente. Nadie nos puede forzar a perdonar a alguien.
“Cuando perdonamos, nos subimos a la cresta de la ola cósmica del amor; caminamos de la mano con Dios. Y curamos la herida que nunca merecimos.” (Lewis B. Smedes)
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